viernes, 20 de mayo de 2016

Delfinoterapia



Es una técnica que consiste en la interacción del ser humano con delfines (normalmente de la especie nariz de botella), donde interviene además un terapeuta.

Con la delfinoterapia se intenta mejorar la calidad de vida tanto de niños como adultos que padecen complicados  problemas de salud, e especial  enfermedades crónicas y de orden  psicológico.

Se ha observado que  las ondas cerebrales de los pacientes en presencia de los delfines producen una armonización entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, lo que produce un estado de paz y relajación tal como sucede al realizar una meditación.
Australia es uno de los países más avanzados en terapias con delfines aplicadas a niños con afecciones psíquicas, aunque se conocen también centros en México, Estados Unidos y Argentina, entre otros.

Principio de la delfinoterapia

Años atrás, especialistas ingleses observaron  que los  niños con autismo o parálisis cerebral
que nadaban y convivían con delfines  presentaban muy buena  mejoría en su estado de ánimo, se relajaban con mayor facilidad y tenían más tolerancia al contacto fisico.

Posteriormente el estadounidense John Lilly, eperto en anatomía y sistema neurológico de los delfines, comenzó a trabajar con niños  que presentaban trastornos neurológicos, los hizo jugar con los delfines  y registró los cambios que ocurrían en ellos por medio de un electroencefalograma. Además escribió importantes notas  sobre las mejorías observadas en el lenguaje, estado de ánimo y movimiento.

A partir de esas pequeñas investigaciones, se han hecho otras en Estados Unidos como las del científico David Cole, quien ha formulado la hipótesis cavitacional, la cual atribuye al sonido del delfín frecuencias ultrasónicas que estimulan al sistema nervioso central del paciente, lo que estimula  la liberación de hormonas ligadas a la relajación y mitigación del dolor (como por ejemplo las endorfinas).

El investigador Steve Bearch, planteó  la hipótesis de resonancia, que incluye un modelo matemático para evaluar la energía de choque de las ondas que genera el delfín sobre el sistema nervioso de los humanos.
Un estudio en progreso muestra que estos inteleginetes mamiferos del mar reciben y transmiten señales de sonido capaces de afectar la doble hélice genética, y usan biotecnología natural.

Catorce años de estudio multidisciplinarlo en esta área, indica que el ADN, tradicionalmente
considerada el "diseño de la vida", puede ser modificada por el sonido y los campos electromagnéticos generados por los delfines. Un sorprendente reporte del  investigador Dr. Michael Hyson y otros, estudia el diseño de enrollado del ADN, su acción vibratoria y sus funciones "electrogenéticas" que suceden durante las interacciones bioacústicas entre delfines y humanos.

Los efectos de la acústica y los electromagnetismos que los delfines producen al cuerpo humano a través del ADN puede explicar mejor como es que la delfinoterapia es un tratamiento tan efectivo.

Beneficios de la delfinoterapia

Las ondas ultrasónicas que emiten los delfines generan endorfinas y otras sustancias que ayudan a mejorar la conexión entre las neuronas, y además incentivan el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales.

Los cambios neurológicos y neuroquímicos que se generan se traducen en diversos beneficios físicos, emocionales e intelectuales tales como mejoras en el sistema inmunológico, mejoras en la coordinación motora, en el estado de ánimo, el contacto social, y en el lenguaje.

Mejora problemas nerviosos, sobre todo en niños.

Es efectivo como tratamiento complementario de niños con Déficit Atencional con Hiperactividad.

Ofrece resultados muy positivos en niños con síndrome de Down: A través de la terapia los niños aprenden de 2 a 10 veces más rápido que aquellos que no llevan la terapia y que en un 50% de los casos, podían retener tales lecciones incluso un año después de la terapia.
En los niños con autismo ayuda a mejorar su capacidad para prestar atención y por lo tanto optimiza los procesos de enseñanza.

Colabora en el tratamiento de personas con epilepsia.

Mejora las condiciones de personas con problemas motores, auditivos y del lenguaje.
Se ha observado por medio de la medición de las ondas cerebrales de los pacientes, que éstas cambian en presencia de los delfines hacia una armonización entre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, lo que produce un estado de relajación. Es por ello que la delfinoteraia también se utiliza para tratar la depresión, ansiedad y estrés.

El contacto con los delfines reduce el dolor y provoca que el sistema inmunológico se
fortalezca, por ello se utiliza para las personas con enfermedades crónicas y terminales como el cáncer.
También se aplica en adultos en proceso de desintoxicación de drogas, anorexia y bulimia.

Proporciona mejoras en adultos con secuelas de accidente cerebral vasculary traumatismo craneoencefálico.

Reduce molestias generadas por el embrazo, reduce molestias durante el parto, y estimula al sistema nervioso del bebé.

Las sesiones de delfinoterapia

La delfinoterapia comúnmente se realiza a través de los baños de contacto, mediante ejercicios, juegos y caricias entre el delfín y el paciente. A través de estos contactos se incrementa el optimismo, el paciente se tranquiliza, aumenta su seguridad y confianza.
En los niños, interactuar con los delfines a través del nado, el juego y las caricias aumenta su atención y su capacidad de comunicación.

Los efectos obtenidos se perciben desde el primer día y se mantienen hasta por seis meses
después de la terapia, la cual consta, generalmente  de seis sesiones de 15 minutos, un día por  semana. En las sesiones trabajan en conjunto: el delfín, el terapeuta y el paciente.
Las terapias  suelen grabarse en video para poder seguir el progreso del tratamiento y, además se le pide a los padres hacer un reporte después de cada sesión donde especifiquen  los cambios que vaya teniendo su hijo.

Al cabo del tratamiento, cuyo número de sesiones indicará el terapeuta, se hace el balance de resultados obtenidos que indicarán si es necesario o no seguir con la terapia

viernes, 6 de mayo de 2016

Autismo



El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés). Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 individuos y a 1 de cada 42 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.

Tipos de Discapacidad



1. DISCAPACIDAD MOTRIZ

Es una condición de vida que afecta el control y movimiento del cuerpo, generando alteraciones en el desplazamiento, equilibrio, manipulación, habla y respiración de las personas, limitando su desarrollo personal y social. Ésta se presenta cuando existen alteraciones en los músculos, huesos, articulaciones o médula espinal, así como por alguna afectación del cerebro en el área motriz impactando en la movilidad de la persona.

¿Cómo interactuar con una persona con discapacidad motriz?

Si vas a conversar con una persona en silla de ruedas, intenta que tanto tus ojos como los suyos queden a la misma altura.
Toma en cuenta que no debes mover o manipular la silla de ruedas sin antes pedir permiso a la persona.
Si piensas que una persona puede necesitar tu ayuda, ofrécela, y en caso de que sea aceptada pregunta cómo es la forma adecuada de ayudarla.
Siempre deja las ayudas técnicas (muletas, bastones, caminadores, etcétera) al alcance de la persona.


2. DISCAPACIDAD SENSORIAL

Es aquella que comprende cualquier tipo de deficiencia visual, auditiva, o ambas, así como de cualquier otro sentido, y que ocasiona algún problema en la comunicación o el lenguaje (como la ceguera y la sordera), ya sea por disminución grave o pérdida total en uno o más sentidos.

¿Cómo interactuar con una persona con discapacidad visual?

Identifícate inmediatamente, antes de tener cualquier tipo de contacto.
Si tiene problemas para caminar, ofrece tu brazo, no lo tomes del suyo.
Utiliza indicaciones que lo puedan ayudar a
orientarse, como: izquierda, derecha, arriba, abajo, adelante y atrás.
Describe verbalmente los escenarios y situaciones.
¿Cómo interactuar con una persona con discapacidad auditiva?

Cuando quieras dirigirte a una persona sorda o con deficiencia auditiva llama su atención con un gesto o tócala levemente en su hombro.

Mantén siempre el contacto visual. Sé expresivo al hablar, para que las personas puedan identificar tus sen­timientos y el tono con el que estás diciendo las cosas.

Nunca te tapes la boca, esto dificulta que la persona pueda llevar a cabo una lectura labial.
Cuando la persona sorda cuente con la asistencia de un intérprete, dirígete directamente a la persona sorda, no al intérprete.


3. DISCAPACIDAD COGNITIVO-INTELECTUAL

Es aquella caracterizada por una disminución de las funciones mentales superiores tales como la inteligencia, el lenguaje y el aprendizaje, entre otras, así como de las funciones motoras. Esta discapacidad incluye a las personas que presentan dificultades para aprender, realizar algunas actividades de la vida diaria, o en la forma de relacionarse con otras personas. Ejemplo de lo anterior son el síndrome de down y el autismo.

¿Cómo interactuar con una persona con discapacidad intelectual?

No te sientas intimidado por los movimientos, sonidos o expresiones que lleve a cabo una persona con disca­pacidad intelectual.
Si no entiendes lo que la persona te quiere decir, o ésta tiene dificultades para hablar, pídele de una forma atenta y respetuosa que te repita lo que te quiso decir.

Siempre ten presente que las personas con discapa­cidad intelectual tienen una dinámica más lenta para comunicarse, tomar los alimentos y andar, entre otras actividades, por lo cual debes respetar el ritmo de cada persona para hacer las cosas.

Nunca trates a una persona adulta con discapacidad intelectual como un niño, ten en cuenta su edad y sus capacidades.


4. DISCAPACIDAD PSICOSOCIAL

Se define como aquella que puede derivar de una enfermedad mental y está compuesta por factores bioquímicos y genéticos. No está relacionada con la discapacidad cognitivo-intelectual y puede ser temporal o permanente. Algunos ejemplos son la depresión, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, entre otros.

¿Cómo interactuar con una persona con discapacidad psicosocial?

Siempre acércate de manera franca y respetuosa. Sé natural y sencillo.
Limítate a ayudar en lo necesario. Permite que se desenvuelva sola en el resto de las actividades. ­
Demuestra interés y empatía. Tómate tiempo para escuchar lo que dice y háblale lenta y claramente.
Evita situaciones que puedan generar violencia, como discusiones o críticas.

Es importante recalcar que los simbolos son importantes y es necesario saberlo y respetarlos.