Es
una técnica que consiste en la interacción del ser humano con delfines
(normalmente de la especie nariz de botella), donde interviene además un
terapeuta.
Con
la delfinoterapia se intenta mejorar la calidad de vida tanto de niños como
adultos que padecen complicados
problemas de salud, e especial
enfermedades crónicas y de orden
psicológico.
Se
ha observado que las ondas cerebrales de
los pacientes en presencia de los delfines producen una armonización entre los
hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, lo que produce un estado de paz y
relajación tal como sucede al realizar una meditación.
Australia
es uno de los países más avanzados en terapias con delfines aplicadas a niños
con afecciones psíquicas, aunque se conocen también centros en México, Estados
Unidos y Argentina, entre otros.
Principio
de la delfinoterapia
Años
atrás, especialistas ingleses observaron
que los niños con autismo o
parálisis cerebral
que nadaban y convivían con delfines presentaban muy buena mejoría en su estado de ánimo, se relajaban
con mayor facilidad y tenían más tolerancia al contacto fisico.
Posteriormente
el estadounidense John Lilly, eperto en anatomía y sistema neurológico de los
delfines, comenzó a trabajar con niños
que presentaban trastornos neurológicos, los hizo jugar con los
delfines y registró los cambios que
ocurrían en ellos por medio de un electroencefalograma. Además escribió
importantes notas sobre las mejorías
observadas en el lenguaje, estado de ánimo y movimiento.
A
partir de esas pequeñas investigaciones, se han hecho otras en Estados Unidos
como las del científico David Cole, quien ha formulado la hipótesis
cavitacional, la cual atribuye al sonido del delfín frecuencias ultrasónicas
que estimulan al sistema nervioso central del paciente, lo que estimula la liberación de hormonas ligadas a la
relajación y mitigación del dolor (como por ejemplo las endorfinas).
El
investigador Steve Bearch, planteó la
hipótesis de resonancia, que incluye un modelo matemático para evaluar la
energía de choque de las ondas que genera el delfín sobre el sistema nervioso
de los humanos.
Un
estudio en progreso muestra que estos inteleginetes mamiferos del mar reciben y
transmiten señales de sonido capaces de afectar la doble hélice genética, y
usan biotecnología natural.
Catorce
años de estudio multidisciplinarlo en esta área, indica que el ADN,
tradicionalmente
considerada el "diseño de la vida", puede ser modificada
por el sonido y los campos electromagnéticos generados por los delfines. Un
sorprendente reporte del investigador
Dr. Michael Hyson y otros, estudia el diseño de enrollado del ADN, su acción
vibratoria y sus funciones "electrogenéticas" que suceden durante las
interacciones bioacústicas entre delfines y humanos.
Los
efectos de la acústica y los electromagnetismos que los delfines producen al
cuerpo humano a través del ADN puede explicar mejor como es que la
delfinoterapia es un tratamiento tan efectivo.
Beneficios
de la delfinoterapia
Las
ondas ultrasónicas que emiten los delfines generan endorfinas y otras
sustancias que ayudan a mejorar la conexión entre las neuronas, y además
incentivan el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales.
Los
cambios neurológicos y neuroquímicos que se generan se traducen en diversos
beneficios físicos, emocionales e intelectuales tales como mejoras en el
sistema inmunológico, mejoras en la coordinación motora, en el estado de ánimo,
el contacto social, y en el lenguaje.
Mejora
problemas nerviosos, sobre todo en niños.
Es efectivo como tratamiento complementario de
niños con Déficit Atencional con Hiperactividad.
Ofrece
resultados muy positivos en niños con síndrome de Down: A través de la terapia
los niños aprenden de 2 a 10 veces más rápido que aquellos que no llevan la
terapia y que en un 50% de los casos, podían retener tales lecciones incluso un
año después de la terapia.
En
los niños con autismo ayuda a mejorar su capacidad para prestar atención y por
lo tanto optimiza los procesos de enseñanza.
Colabora
en el tratamiento de personas con epilepsia.
Mejora
las condiciones de personas con problemas motores, auditivos y del lenguaje.
Se
ha observado por medio de la medición de las ondas cerebrales de los pacientes,
que éstas cambian en presencia de los delfines hacia una armonización entre los
hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, lo que produce un estado de
relajación. Es por ello que la delfinoteraia también se utiliza para tratar la
depresión, ansiedad y estrés.
El
contacto con los delfines reduce el dolor y provoca que el sistema inmunológico
se
fortalezca, por ello se utiliza para las personas con enfermedades crónicas
y terminales como el cáncer.
También
se aplica en adultos en proceso de desintoxicación de drogas, anorexia y
bulimia.
Proporciona mejoras en adultos con secuelas de
accidente cerebral vasculary traumatismo craneoencefálico.
Reduce
molestias generadas por el embrazo, reduce molestias durante el parto, y
estimula al sistema nervioso del bebé.
Las
sesiones de delfinoterapia
La
delfinoterapia comúnmente se realiza a través de los baños de contacto,
mediante ejercicios, juegos y caricias entre el delfín y el paciente. A través
de estos contactos se incrementa el optimismo, el paciente se tranquiliza, aumenta
su seguridad y confianza.
En
los niños, interactuar con los delfines a través del nado, el juego y las
caricias aumenta su atención y su capacidad de comunicación.
Los
efectos obtenidos se perciben desde el primer día y se mantienen hasta por seis
meses
después de la terapia, la cual consta, generalmente de seis sesiones de 15 minutos, un día
por semana. En las sesiones trabajan en
conjunto: el delfín, el terapeuta y el paciente.
Las
terapias suelen grabarse en video para
poder seguir el progreso del tratamiento y, además se le pide a los padres
hacer un reporte después de cada sesión donde especifiquen los cambios que vaya teniendo su hijo.
Al
cabo del tratamiento, cuyo número de sesiones indicará el terapeuta, se hace el
balance de resultados obtenidos que indicarán si es necesario o no seguir con
la terapia
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